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Empaque flexible para alimentos: características, innovaciones y sostenibilidad

En la industria de alimentos, el empaque flexible cumple un papel fundamental para garantizar frescura, inocuidad y eficiencia logística. Con la evolución de las tendencias de consumo y la presión por soluciones sostenibles, es vital comprender qué estructuras, materiales y tecnologías responden mejor a los retos actuales del sector alimentario.


Tipos de estructuras según el tipo de alimento

1. Alimentos secos (snacks, cereales, legumbres):

  • Estructuras BOPP/BOPP o BOPP/PE
  • Opciones metalizadas para mejorar la barrera a la luz y al oxígeno
  • Empaques con zipper o abre fácil para facilitar el consumo por porciones

2. Alimentos grasos o ácidos (salsas, aderezos, aceites):

  • Laminados con PET/Alu/PE o PET/EVOH/PE para evitar migraciones y asegurar estabilidad química
  • Válvulas dosificadoras o tapones antiderrame

3. Alimentos refrigerados o congelados (verduras, carnes, precocidos):

  • Estructuras con alta resistencia térmica y mecánica como PET/PE de alta densidad
  • Sellos fuertes tipo Totani y materiales con resistencia al congelamiento

4. Alimentos en polvo (leche, suplementos, panqués):

  • Laminados barrera con alta hermeticidad (PET/Alu/PE)
  • Stand-up pouch con zipper y válvulas de desgasificación

Requerimientos técnicos clave

  • Propiedades barrera: Control de humedad, oxígeno, luz y aromas según la sensibilidad del alimento.
  • Sellado eficiente: Técnicas como sellado térmico, ultrasónico o cold seal según velocidad de línea y tipo de producto.
  • Compatibilidad con líneas automatizadas: El pouch debe adaptarse a procesos de llenado vertical, horizontal o de alta velocidad.
  • Integridad estructural: Especialmente importante en productos congelados o en cadenas de frío prolongadas.

Tendencias en sostenibilidad

  • Monomateriales reciclables: PE/PE o PP/PP con EVOH como barrera; permiten reciclaje más eficiente.
  • Estructuras más delgadas: Reducción de gramaje sin comprometer la funcionalidad, lo que disminuye la huella de carbono.
  • Uso de resinas recicladas (PCR): Integración de contenido reciclado postconsumo en empaques certificados.
  • Soluciones compostables: Aún en desarrollo, pero con potencial para snacks y porciones individuales.

Innovaciones tecnológicas

  • Diseño para e-commerce: Pouches resistentes al aplastamiento, con impresión digital y empaques secundarios optimizados.
  • Etiquetas inteligentes y trazabilidad: Códigos QR, sensores o tintas inteligentes para verificar la frescura y origen del producto.
  • Impresión digital personalizable: Posibilita ediciones limitadas, promocionales o mensajes diferenciados por canal de venta.

Casos de uso y buenas prácticas

  • Snacks premium: Uso de pouches metalizados con acabados mate, zipper y válvula para mantener crocancia.
  • Café y polvos: Válvulas desgasificadoras + estructuras barrera en monomateriales reciclables.
  • Congelados listos para hornear: Sellos de alta resistencia y materiales aptos para contacto directo con calor.

Conclusión

El empaque flexible en la industria alimentaria no solo protege el producto: es una herramienta clave de logística, marketing y sustentabilidad. Comprender las necesidades específicas de cada tipo de alimento y mantenerse al día con las nuevas tecnologías permite desarrollar empaques más eficientes, funcionales y responsables con el planeta.

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